Érase una vez, un pez de colores que se llamaba Colores. Colores era feliz hasta que un día tuvo una visita un tanto inesperada. Jerry, su hermano había tenido un hijo y lo había mandado llevar a ver a su tío Colores.
Colores, estaba sorprendido de que su hermano se acordase de el. Pues desde los tres años no habían hablado.
Colores recibió a su sobrino con los brazos abiertos, o mejor dicho con las aletas habiertas.
Su sobrino no dudo en presentarse como le había enseñado su padre. Le dijo que se llamaba Naranja, le pusieron ese nombre porque era más naranja que las propias naranjas.
Naranja paso unos dias con su tío Colores y jugaron en el parque pez. Fueron a la playa y Colores jugó con su sobrino todos los dias de aquella semana que le visitó.
Cuando se tenian que despedir fue duro pero se despidieron. Dias después Colores ya tenia un hijo y jugaron todos y cada uno de los dias del año.
Y así fue la vida de un pez llamado Colores.
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